Mis reseñas les parecerán algo raras, esto es porque me involucro con mis libros, o más bien ellos se involucran en el pasar del tiempo. Siempre hay algo que pasa, cosas normales, pero que hacen que cada libro tenga un sabor diferente al ser leído como por ejemplo tomar café frió ese día o ver a un grupo de ancianos cruzar la calle. Y como cada libro tiene su historia peculiar les presento a La cabaña.
Érase una vez yo llegando a casa, subiendo directo a mi cuarto tirando la mochila al suelo y erase una vez mi padre caminando detrás de mi con un libro. Mi padre fue un hombre que leía mucho y que cuando se lo podía permitir me compraba libros. En ese entonces su cáncer no era muy avanzado y aun podía salir, me acuerdo que me sentí muy feliz.
No recuerdo bien pero estoy casi segura de que lo abracé o tal vez es memoria quien abraza al recuerdo.
Sinopsis de contraportada:
La hija menor de Mackenzie Allen Phillips, Missy, es raptada durante unas vacaciones familiares y se encuentran evidencias de que pudo haber sido brutalmente asesinada en una cabaña abandonad en lo más profundo de los bosques de Oregón. Cuatro años después en medio de su Gran Tristeza , Mack recibe una sospechosa nota, al parecer procedente de Dios, invitándolo a regresar a esa cabaña durante un fin de semana.
Contra toda razón Mack llega una tarde de invierno para retornar a su más oscura pesadilla. Lo que encuentra ahí cambiará su vida para siempre.
Opinión personal:
Ok, seamos sinceros. Cuando era niña yo me dormía en misa, iba a catecismo por obligación, hice mi primera comunión por obligación, la vigilia me vale tres cuartos de #$%&/? y en la secundaria y preparatoria yo me declare atea, aunque en realidad soy agnóstica, solo que en ese entonces no conocía esa palabra.
Haciendo un recuento de los hechos que marcaron mi vida yo no tenia porque leer un libro cristiano, porque eso es, un libro cristiano, lo único que me unía a este libro era papá, lo curioso es que lo leí después de dos años de estar en mis estantes.
Mack es como yo y seguramente como muchos otros, un hombre que trata de mantenerse en pie con un Gran Tristeza a cuestas. Pienso que se le debe de dar una oportunidad y ni siquiera tienes que ser cristiano para leer éste libro. Creo que gracias a éste libro sané muchas heridas y me reencontré con Dios de alguna forma.
Si bien se ve que no es un texto profesional y hay partes donde las conversaciones se vuelven confusas, repetitivas y que te quedas con cara de no saber que haces ahí, el libro tiene bastante partido, una pulida hubiese sido buena.
Bueno ya con todo lo que tenia que decir, solo me queda decir adiós.
Neko dice bye.
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